sábado, 8 de noviembre de 2014

Cinefilia… por el terror



Por Glen Rodrigo Magaña
El terror proyectado por el séptimo arte es uno de los géneros más adictivos, manipulados y taquilleros de la historia fílmica. Es por tal motivo que en este artículo especial -en torno a los festejos de las ánimas- comentaremos sobre los inicios del cine de horror, sus diferentes etapas y algunos cineastas representativos, la aparición y desarrollo que tuvo esta rama cinematográfica en nuestro país, los principales festivales mexicanos, los próximos ciclos y eventos de un reconocido espacio cinéfilo mexiquense, así como una selección de cinco películas que la Directora del Festival Macabro, Edna Campos Tenorio, nos recomienda.
     La danza eterna con la elegante Catrina, nuestra principal tradición mexicana, Patrimonio Cultural… el Día de Muertos, donde lo sombrío se ilumina con veladoras, artesanía natural en tapetes decorados con flor de cempasúchil, rezos de aquellos que guardan en su corazón a los que encontrarán después, costumbre de varias centurias para recordar que somos un pueblo consiente de sus orígenes, una manifestación más de nuestra verdadera distinción como mexicanos, aunque en estos tiempos de obscuridad pareciera que la represión acalla las voces y el abuso del poder provoca desgracias, y el silencio productivo trasciende más que un grito.
     El arte independiente suele ser un medio poderoso de expresión y les guste a algunos o no, cada vez son más los artistas que invitan y despiertan a otros a la reflexión, un ejemplo de esto es el cine, aquel que se elabora en las calles, investigaciones que documentan la verdad a través de su lente y provoca terror entre los gobernantes, tanto que hasta censuran su distribución. En fin, ya que varios entendimos el punto, hablemos de otro género, el de horror, ese, el que nos sobresalta en la imaginación, ya que el otro lamentablemente… es real.
 La historia… entre el suspenso
     Algunos antecedentes del género fílmico de terror se relacionan con los inicios del cine. Según algunos especialistas, en aquella famosa toma de “La llegada del tren” en 1895 de los hermanos Lumiere, la primera emoción que detonó fue el miedo, ya que creían que el vagón invadiría aquel primer nickelodeon, aunque un acercamiento más real de esta rama cinematográfica fue cuando el franco Georges Méliès realiza el rollo Le Chaudron infernal (La caldera infernal) en 1903, que produjo ese pánico imaginario provocado por un ente maligno.
     En lo que respecta a los monstruos, el Frankenstein (1910) del cineasta estadounidense J. Searle Daweley fue el primer famoso, la cinta duró 16 minutos bajo la firma de la Edison Studios, sí, del inventor de la bombilla, el cual participó como productor. También en esta etapa del cine mudo, apareció el llamado “expresionismo alemán” y entre sus principales filmes se encuentran El Golem (1915) de Paul Wegener, Häxan (1922) del director danés Benjamin Christensen, también considerado como el principal exponente de esta época; el germano Friedrich Wilhelm Murnau con el primer vampiro célebre… Nosferatu. Eine Symphonie des Grauens (Nosferatu una sinfonía del terror) de 1922.
     Los años treinta y cuarenta fueron conocidos como el periodo de la Universal Studios, casa productora que dio formalmente el inicio al cine de terror, con los míticos personajes como Drácula (1930) del director y actor estadounidense Tod Browning, que protagonizara el húngaro Béla Lugosi, curiosamente nativo de Lugoj, Transilvania; El doctor Frankenstein (1931) y La novia de Frankenstein (1935) del inglés James Whale, icónico director de cine que en su infancia trabajó como zapatero y de joven fue prisionero en la Primera Guerra Mundial; La momia (1932), de Karl Freund, originario de República Checa y que en sus inicios se desempeñó como camarógrafo; El lobo humano (1935), del productor y director estadounidense Stuart Walker o del franco estadounidense Jacques Tourneur con su obra fílmica I Walked with a Zombie (1943).

     En los años cincuenta aparece en Inglaterra la Hammer Productions, que empezó a incluir cierto erotismo dentro del terror fílmico; su principal cineasta fue Terence Fisher con su cinta Drácula, príncipe de las tinieblas (1966), aunque Roger Corman con sus películas de bajo presupuesto, como lo fueron sus adaptaciones de Edgar Allan Poe, producidas por la American International Pictures, también eran aclamadas en aquellos tiempos y entre algunos ejemplos destacan El péndulo de la muerte (1961) o El cuervo (1963). Cabe mencionar que la relación de la literatura de suspenso con el cine de terror, desde sus inicios fue muy cercana.
     El llamado “Cine de autor” también aparecía en este género y el ejemplo más claro fue uno de los principales cineastas a nivel mundial, el maestro del suspenso, don Alfred Hitchcock, quien dirigiera más de cincuenta películas, premiado por muchos festivales de cine en todo el mundo, pionero del thriller, capaz de mantener en la intriga constante al público aferrado a la butaca, genialidad en temáticas criminales con cierta seducción y un manejo elegante, así como descriptivo en sus tomas. Podemos referir dos películas que explican lo anterior y mucho más: Psicosis (1960) y Los pájaros (1963).
     Otra clasificación o elemento fue el gore, subgénero del cine de explotación, caracterizado por violencia gráfica, una explícita forma de detallar alguna mutilación, con escenas de sexo algo sugestivas y su conocido “padrino” fue el director estadounidense Herschell Gordon Lewis. Italia por su parte desarrolla el Giallo, que mantenía más un estado de suspenso, ficción policiaca, crímenes donde el monstruo es un ser humano, algunas cintas representativas fueron El pájaro de las plumas de cristal (1970) de Darío Argent o La máscara del demonio (1960) de Mario Bava. También, en este periodo aparecen famosos títulos que marcaron a varias generaciones, como El exorcista (1973) de William Friedkin, considerada por muchos como la película más terrorífica de todos los tiempos; La profecía (1976), de Richard Donner o Carrie (1976), adaptación que Brian de Palma hace de la novela del maestro Stephen King.
     El psicópata se apodera de la pantalla grande en las décadas de los ochentas y noventas con el llamado “terror adolescente”, Pesadilla en la calle del infierno (1984) de Wes Craven, nos presentó entre quimeras a Freddy Krueger, John Carpenter quien dirige a Jason en Halloween (1978) o El resplandor (1980) de Stanley Kubrick, con un enloquecido Jack Torrance salido de la mente de Stephen King e interpretado por Jack Nicholson, entre otros muchos personajes que amenazaron nuestra infante imaginación.
     A finales del siglo XX e inicios del XXI, los asiáticos producían escalofriantes filmes como The Ring (1998) de Hideo Nakata o La maldición (2000) de Takashi Shimizu, pero los franceses no se quedan atrás, ya que su “pornografía de la tortura” y no exactamente es lo que pensé en un inicio, algunos ejemplos son Haute tension (2003) de Alexandre Aja o Mártires (2008) de Pascal Laugier. En la actualidad la moda por los remakes es popularizada ya que se cree que aquellas películas taquilleras que vieron nuestros padres pueden tener el mismo efecto en las nuevas generaciones.
México… sus festivales y otros eventos de terror

     En el cine mexicano, este género aparece en la década de los treinta con el filme La llorona (1933) del cubano Ramón Peón. El director mexicano Juan Bustillo Oro -oriundo de la Ciudad de México- realiza Dos monjes (1934) y el veracruzano Fernando de Fuentes Carrau dirige El fantasma del convento (1934). Casi 25 años después, aparece El vampiro (1957) de Fernando Méndez. El aclamado cineasta Enrique Taboada dirige los clásicos Hasta el viento tiene miedo (1968) y Veneno para las hadas (1984), mientras que Juan López Moctezuma aparece con su “cine de culto” con obras como La Alucarda (1977), basada en la novela gótica “Carmilla” de Joseph Sheridan Le Fanu o La mansión de la locura (1973). En tiempos recientes, otros cineastas como Guillermo del Toro, Lorena Villareal y Rigoberto Castañeda, son algunos de nuestros principales talentos en el cine de terror.
     En lo que se refiere a festivales mexicanos, destacan dos principales galas:
     La primera, con 13 ediciones y la más importante de nuestra nación es el Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México o mejor conocido como MACABRO, que tiene como finalidad exhibir, rescatar y difundir el cine de horror independiente. Además, realiza una selección de largometrajes así como cortometrajes nacionales y extranjeros, los cuales son galardonados con los Premios Macabro a Mejor Largometraje de Horror, Macabro de Onix a Mejor Cortometraje Internacional y Macabro de Jade a Mejor Cortometraje Mexicano. Se realiza en el mes de agosto y su sitio web es www.macabro.mx  
     El segundo es el Morbido Film Fest, el cual celebrara su séptima edición del 13 al 16 de noviembre próximo en la ciudad de Puebla con la proyección de cinco largometrajes mexicanos y 34 internacionales, así como exposiciones de pintura, escultura e incluso funciones de lucha libre. Para mayor información puedes acceder a su página www.morbidofest.com
     En lo que se refiere a eventos, el mexiquense Film club café de Satélite, todo el mes de noviembre contará con distintos ciclos; los domingos a las 13:00 horas proyectará su “Horror Silente” y a las 19:00 horas el mismo día exhibirá el “Expresionismo alemán”,  estos dos ciclos reflejan el periodo mudo del Cine de Terror. Además, el Festival MACABRO compartirá su selección de largometrajes, así como de cortometrajes con este espacio cinéfilo todo este mes y lo puedes checar en www.filmclubcafe.com
      Agradecemos el apoyo informativo y la orientación de este género fílmico que recibimos por parte de Raúl Ojanguren y Claudia Luz Vega del Film club café, así como de la Directora del Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México MACABRO, Edna Campos Tenorio, quien para cerrar este artículo nos recomienda las siguientes películas:
Häxan: La brujería a través de los tiempos (1922). http://youtu.be/ntijDW2GJWg
La novia de Frankenstein (1935). http://youtu.be/wrlC8Bq1zpw
El bebé de Rose Mary (1968). http://youtu.be/02uCKj_ZhmQ
Pesadilla en la calle del infierno (1984). http://youtu.be/rdm5KiVjYtI
Mártires (2008). http://youtu.be/PvHQ0OPKHBk
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