sábado, 16 de enero de 2016

Sinaloa… minas, leyendas y otros cortejos

Por Glen Rodrigo Magaña
La “tierra de los once ríos”, estado que fuera casa de varias culturas prehispánicas que dejaron grabadas las huellas de su andar, finas edificaciones virreinales que datan del siglo XVI, costas bañadas por el Mar Cortés, el brío de sus nativas que roban el aliento, sabores típicos del norte mexicano, el sonido de El Chepe a la distancia, la entrada a la Sierra Tarahumara o a las imponentes Barrancas del Cobre, trompetas que buscan a “El Niño Perdido”, su capital Culiacán en el centro de su territorio, tamboras para bailar “El Sinaloense” y cuatro pueblos mágicos, que para este artículo, entre minas, leyendas y otros cortejos, mencionaremos dos… Cosalá y Mocorito.

     Pláticas, de esas que se disfrutan sentado en un equipal, un mezcal para agarrar tono, alegres tonadas de una tambora, “lindas hembras, que hacen del cielo su carnaval…” dice el tema “Mi Mazatlán”, localidad donde se escuchan las canciones de su hijo Pedro Infante, los respetables amerindios yoremes en el Valle del Fuerte, Los Mochis con su corredor del Mar Cortés a las Barrancas del Cobre, el sitio arqueológico de San Ignacio, los petroglifos de Las Labradas y las delicias gastronómicas, como son los Camarones Rellenos, el Marlín Ahumado, la Machaca, el Chilorio o el Asado de Res, acompañado con cerveza de la región o una refrescante Agua de Cebada, son algunos de los atractivos de Sinaloa.
     La historia del estado, se remonta a la prehispánica Aridoamérica, límite de Mesoamérica, donde culturas como los Cahitas, Tahues, Acaxees, Xiximes, Totorames, Achires y Guasaves, habitaban este territorio. En 1529, el peninsular Nuño Beltrán de Guzmán, funda la primera localidad virreinal sinaloense… la Villa del Espíritu Santo de Chamentla. En el periodo del dominio de la Corona Española, estas tierras fueron divididas en tres provincias: Chimatlan, Culiacán y Sinaloa, pertenecientes a la gubernatura de la Nueva Galicia.
     Durante la etapa de independencia nacional, nombres como González Hermosillo o el indio ópata Apolonio García, figuran como héroes del estado. Otro acontecimiento importante, es la separación de Sinaloa y Sonora en 1830 y su primera Constitución Política estatal, fue firmada el 12 de diciembre de 1831.
     El también llamado “Granero de México”, cuenta con cuatro pueblos mágicos, uno de ellos es El Fuerte, que resguarda una parte del pueblo yorome, la belleza natural de su río, una Zona Arqueológica y el santuario del Sagrado Corazón de Jesús; El Rosario, con sus edificaciones estilo neoclásico, el museo de la gran Lola Beltrán, las playas del caimanero o su mezcal artesanal. Las otras dos mágicas entidades, son nuestra propuesta turística en este artículo homoespaciero, sitios con leyendas fantasmales, zonas mineras, un ambiente bohemio y otros silenciosos coqueteos en sus callejones, hablamos de Cosalá y Mocorito.
Cosalá…  trazo minero
Fundado el 13 de marzo de 1562 por el empresario minero Amador López, el “Lugar de hermosos alrededores”, fue uno de los sitios más importantes en la producción de metales preciosos, ya que las minas del Real de las Vírgenes de Cosalá son las más antiguas del estado.
     
El trazo del pueblo permanece igual al del Siglo XVIII, de forma geomorfa o de “plato roto”, el capricho en el diseño de sus calles y callejones, le otorgan una especial belleza rodeada de encantos naturales, como es el caso del balneario Vado Hondo, donde puedes pasar una noche bajo las estrellas, disfrutar del espectáculo de sus tres cascadas, o simplemente saborear una carne asada; la imponente Presa José López Portillo, para realizar algo de pesca deportiva o para los adictos a la adrenalina, lanzarte de una tirolesa de 750 metros de longitud en la Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora y sí, también este sitio fue un yacimiento de plata.
    Aquellos amantes del turismo cultural, tal vez deseen visitar el Museo de Minería e Historia, pinacoteca que exhibe varias piezas del esplendor minero; la sala Heraclio Bernal, forajido que sirvió de inspiración al mismo Pancho Villa o el cuarto dedicado al “Trovador del campo” Luis Pérez Meza, quien compusiera la famoso canción “El sauce y la palma”, que incluso se rumora, cantó para las tropas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
Algunas de sus principales edificaciones son: la Plaza de Armas, la Parroquia de Santa Úrsula que cuenta con un centenario reloj de sol y que aún tiene utilidad, la Casa del Cuartel Quemada, la Quinta Minera, entre otros 250 edificios históricos, pero se un poco precavido, ya que en muchos de ellos, sus pobladores dicen que sus antiguos dueños aún se les ve caminar por sus pasillos.
     Las principales fiestas de Cosalá son del 22 al 24 de junio, fechas en las que se celebra la Feria de San Juan, entre cabalgatas y palenques; su Aniversario por ser el primer Pueblo Mágico de Sinaloa, que se realiza cada 6 de octubre, donde fuegos artificiales, conciertos y sus delicias gastronómicas, deleitan a sus pobladores y turistas. 
Mocorito… romance fantasmal
     La Misión Jesuita de Mocorito fue fundada en 1594 por los frailes Juan Bautista Velasco y Hernando de Santarán, desde esa fecha y hasta 1830 la entidad perteneció a la provincia de Culiacán. Después de la separación con Sonora, Mocorito tardó otros 85 años para obtener el nombramiento de municipio un 8 de abril de 1915 y en la Feria Nacional de Pueblos Mágicos 2015, logra la distinción de integrarse a este listado de poblados.
    El paseo cultural inicia en el Templo de la Purísima Concepción, que expone catorce hermosos grabados del Siglo XVI, cruza su Plaza Central hasta llegar a la Escuela Benito Juárez, edificación que anteriormente fue una cárcel; date una vuelta por la Presidencia Municipal, para admirar su hermoso mural “Granito de Oro”; acude al Museo de Historia Regional, donde se encuentran huesos de mamut, primitivos utensilios de piedra y hasta milenarias piezas de barro; también, visita “La plaza de los tres grandes” y pregúntale a alguno de sus habitantes por qué lleva este heroico nombre.
   Conocido como la “Atenas de Sinaloa”, Mocorito fue casa de grandes pintores y escritores, incluso Siqueiros se enlistó justo aquí para participar en la Revolución Mexicana. Así, bohemio y con leyendas de hombres que toman forma de animales, misteriosas mujeres vestidas de blanco que levitan o historias de gente que ha muerto de amor, éste poblado sinaloense es el sitio perfecto para encontrar alguna compañera de viaje, ya sea que la conozcas en el Carnaval, celebrado desde el primer sábado de cuaresma, con una duración de cuatro días, o bien, vagando en la Plaza Hidalgo… ya que para comprobar que la chica es real, tal vez sea necesario pedirle un beso, digo, para iniciar y el después… mejor lo dejo entre líneas.

Estimados homoespacieros, les comparto los tradicionales enlaces dentro de la web para continúen este recorrido sinaloense entre minas, leyendas y otros cortejos:
Amigos, los invitamos a que visiten www.homoespacios.com así como ver las cápsulas “Homo Espacios” los viernes por el Noticiero México al Día PM de Televisión Educativa y a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “El Poder de la Palabra” en Radiocapital 830 AM, todos los miércoles y viernes de 16:00 a 17:00 horas. Pueden contactarme  a través de:
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