OFRANEH
En horas de la madrugada, fue asesinada Berta Cáceres por
al menos dos individuos que se introdujeron en su casa de habitación en
la Esperanza, Intibuca.
Berta durante décadas demostró un enorme coraje ante las presiones
territoriales sufridas por el pueblo Lenca, desafiando a los regímenes
autoritarios que han impuesto un feudalismo especialmente en las áreas
habitadas por los pueblos indígenas en Honduras.
En los últimos años su lucha contra las represas en el territorio Lenca
la conllevó a ganar el Premio Goldman, al mismo tiempo que sus enemigos
políticos y empresarios asociados a la empresa DESA iniciaron una
campaña de desprestigio y persecución en su contra.
El asesinato ocurre en medio de un país convulsionado por una grave
crisis económica y afectado por la violencia estructural imperante, al
mismo tiempo que la administración gubernamental es cuestionada por su
corrupción e incompetencia.
La lucha emprendida por Berta, en la defensa de los ríos en el
territorio Lenca, es un paradigma para el pueblo hondureño, el que
observa cómo la reducida élite de poder del país se viene apoderando de
los bienes comunes, apoyados por la administración gubernamental de Juan
Hernández, que se ha dedicado a repartir licencias ambientales sin
efectuar consulta alguna con las comunidades afectadas.
El dolor por el asesinato de Berta embarga a nuestro pueblo, el que
siempre ha contado con el apoyo y acompañamiento de los hermanos y
hermanas Lencas del COPINH. Para los hondureños comprometidos con la
defensa de la naturaleza y los derechos humanos, Berta ha sido como un
faro, siempre indicándonos el camino en medio de la tormenta en que se
encuentra sumido nuestro país.
Berta vive y la lucha continúa.
Sambo Creek, tres de marzo de 2016.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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