sábado, 12 de marzo de 2016

Tres años sin Hugo Chávez

Héctor Tenorio

El 5 de marzo se cumplió el tercer aniversario luctuoso del Presidente Hugo Chávez, la oposición especuló que el deceso sucedió días antes en Cuba, cuestión que habría afectado la credibilidad del régimen y existía el riesgo que se viera reflejado en el proceso electoral que estaba por celebrarse. Sin embargo, no hubiera cambiado la reacción de la población. Más de dos millones de personas participaron en el duelo nacional (funerales de esa dimensión no se habían visto desde 1989, con el fallecimiento del Ayatolá Jomeini en Irán). Ahora bien, el responsable de su muerte fue el mismo mandatario que desestimó los síntomas del cáncer. Sus últimas palabras según testigos, fueron que no lo dejaran morir. Irónicamente al caer preso el 4 de febrero de 1992 por intentar derrocar al gobierno, expresó que hubiera preferido la muerte.

En los 14 años que gobernó Chávez logró entre otras cosas la recuperación de la identidad nacional e impulsó una política pública novedosa con especial énfasis en la reducción de la desigualdad social. Hubo una conexión emocional del Jefe de Estado con los sectores populares gracias al uso de la renta petrolera. El politólogo Adam Przeworski ha planteado que la democracia no alcanza a mitigar la desigualdad económica y la desigualdad económica se transforma en desigualdad política porque la influencia política de cada ciudadano aumenta según incrementa su ingreso. Para el economista Alan Wood al proyecto chavista le faltó una mayor producción en el campo y toleró que la distribución de los alimentos siguiera estando en manos de la aristocracia local vinculada a grandes monopolios extranjeros de alimentación y bebidas.

Cabe destacar que Chávez en dos ocasiones por lo menos evitó que Venezuela se precipitara a una guerra civil: El 4 de febrero de 1992, prefirió rendirse ante el gobierno a pesar de tener suficiente fuerza militar; el 11 de abril del 2002, se rindió siendo Presidente ante los golpistas, a pesar de tener el apoyo de un bloque de militares leales. Él no quiso un baño de sangre innecesario.

Chávez le confesó al catedrático Heinz Dieterich en el 2004 que trabajaba en una proyecto a largo plazo que consistiría en lograr: una moneda única en la región llamada Sucre, un Banco suramericano, una petroamérica, un Fondo Humanitario, unas fuerzas armadas unificadas en la Organización del Tratado del Atlántico Sur (OTAS) y finalmente la Organización militar Suramericana

A 3 años de su fallecimiento, su proyecto se tambalea. Venezuela vive una situación delicada ante el desabasto en productos básicos, el gobierno venezolano sostiene que se trata de una guerra económica la cual forma parte de un plan desestabilizador perpetrado desde el interior y exterior. El principal problema del Presidente Nicolás Maduro es que depende del petróleo y la caída en su precio complica la situación. Además sus detractores han logrado apoderarse de la mayoría de la Asamblea Nacional, desde ahí intentan liberar al opositor Leopoldo López y otros detenidos. Hasta el momento ambas partes han optado por transitar por la vía democrática y así evitar una salida violenta donde el ejército venezolano tomaría el control del país. A esto se añade que en Suramérica avanza la derecha.

En este contexto el 4 de marzo presentaré mi libro: Prisión, Gloria y Ocaso de Hugo Chávez, editado por Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Analizo su personalidad desde diferentes enfoques: el personal, el militar, el político. La cita es a la 5 de la tarde en la ciudad de Puebla en el Centro Internacional de Prospectiva y Altos Estudios, ubicado en la calle 3 poniente 711 a unas cuadras del zócalo. Será un honor que nos acompañe.

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