Elias Jaua / Opinión
Mientras avanzan las
propuestas neoliberales, con ropaje populista, las pretensiones de imponer la
impunidad y los llamados a la injerencia extranjera por parte de la oposición,
el bloque histórico patriótico y popular parece estar a la defensiva. Es
necesario retomar la contraofensiva en la calle, que nos permita frenar las
legislaciones neoliberales que crearían graves precedentes para la restauración
del poder de las élites sobre las mayorías populares, así como profundizar en
el debate y en la acción socialista para enfrentar la demagogia y el populismo
que confunde a importantes sectores del pueblo.
Los sujetos políticos
a los cuales la Revolución Bolivariana sacó de la exclusión, les restituyó sus
derechos humanos y les transfirió poder real deben construir, desde el Congreso
de la Patria y otros espacios, una iniciativa política de ofensiva.
Indígenas,
afrodescendientes, campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, obreros y
obreras con conciencia de clase, jóvenes del barrio, mujeres, adultos mayores,
personas con discapacidad, estudiantes, motorizados y motorizadas, militares
patriotas, comuneros y comuneras la historia nos convoca a un sublime aliento
para seguir avanzando por el camino victorioso que construyó el Comandante
Chávez para nuestra Patria, para nosotros como pueblo.
Escribió José Martí que
cuando parecía que Venezuela se cansaba en la lucha por la Independencia,
Bolívar nunca se cansó. Los bolivarianos no podemos cansarnos, tomemos las
banderas de la lucha por el derecho a la tierra, urbana, rural e indígena,
alcemos nuestra voz para que el capital financiero y especulativo pague más
impuestos para sostener y expandir el sistema de protección social socialista, ocupemos
productivamente las tierras y fábricas que el Comandante Chávez dejó en nuestra
manos, impulsemos iniciativas legislativas populares que desenmascaren el
populismo de la bancada contrarrevolucionaria, no callemos más ante la
corrupción en ningún nivel. De este último punto hablare en un próximo
artículo.
Obligante
es, que la dirección política de la Revolución promueva y acompañe un poderoso
movimiento popular contra la estafa opositora, contra nuestros errores y contra
todo tipo de desviaciones para no dejarnos arrebatar la razón histórica y moral
que le da vida al Chavismo, como modelo democrático y humanamente gratificante
que ha sido abrazado por las grandes mayorías. Es la hora, el futuro nos
pertenece.
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