martes, 3 de febrero de 2015

Al alza la violencia en Michoacán



Héctor Tenorio
A la dos de la mañana sonó el teléfono, era el padre Goyo, me pidió ayuda para que convenciera a los periodistas Federico Campbell Peña de canal Once y Jenaro Villamil del semanario Proceso,  de ir a entrevistarlo y difundir la situación que se vive en Apatzingán,  fue claro al señalar la  necesidad de  hacer algo de manera urgente”.
            La charla fue breve, expuso su punto de vista de la violencia en Tierra Caliente que podría aumentar significativamente en cualquier momento. Ante tal  panorama, él ha estado manteniendo pláticas con otros  religiosos de la región en la búsqueda de posibles soluciones.
            El padre Goyo dejó en claro que esta lucha no es contra en del gobierno federal ni tampoco le interesa enfrentarse con las autoridades.
“Queremos que ellos nos ayuden a solucionar la problemática que estamos viviendo, porque  solo juntos podemos lograr que la  paz  regrese a nuestro municipio”. 
El religioso reconoce que uno de los principales obstáculos para  lograr la pacificación de  la zona es “la falta de participación de la población”. Coincidimos que existe una complicidad en los diferentes sectores de la sociedad con la Tercera Hermanad  (H3) que mantienen los mismos métodos y objetivos sanguinarios que sus antecesores: La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios.
Los números no mienten, en menos de un mes han muerto 25 personas:  El pasado 16 de diciembre en la tenencia de La Ruana, murieron once civiles pertenecientes a dos grupos armados, el del fundador de las autodefensas Hipólito Mora Chávez y el del ex integrante de la Fuerza Rural, Luis Antonio Torres, alias “El Americano”. Ambos presos
            El segundo episodio sangriento ocurrió el 6 de enero,  cuando se realizó un desalojo violento de la presidencia  municipal de Apatzingán, fallecieron nueve personas y seis días después cinco policías comunitarios murieron y otros seis resultaron lesionados al ser emboscados en una brecha de la comunidad de Huahua cerca de municipio de Aquila.
En este contexto los partidos de oposición en la entidad  han cerrado  filas  en contra del comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral, Alfredo Castillo Cervantes quien compareció en la Primera Comisión Permanente, de  la Cámara de Diputados para abordar el tema de la seguridad en Michoacán. Dijo en su defensa que en la entidad: “Ya no se paga derecho de piso que era una costumbre en los últimos años", como resultado de la reducción de los delitos de secuestro y extorsión. Sin embargo, en un año que lleva en el puesto no ha podido frenar los delitos del fuero común,  que se incrementaron en un 41 por ciento.
Lo más grave es que el funcionario ha excedido las facultades que le otorgó la Federación en materia de coordinación. Asumió el control de la entidad, desplazando al gobierno estatal, el comisionado opera desde un vacío legal.
Los detractores del funcionario quieren que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, elimine el decreto firmado el pasado 15 de enero de al año pasado que permitió  la conformación de la comisión que preside Castillo Cervantes.
La oposición pide que se vaya de la entidad ante la falta de resultados en materia de seguridad y desarrollo integral. Demandan una explicación seria  por parte del funcionario mexiquense sobre el desafortunado operativo en Apatzingán. Castillo Cervantes, insiste que al menos siete de las nueve personas fallecidas en el enfrentamiento entre civiles y la Policía Federal (PF), fueron abatidas por sus propios compañeros en un fuego cruzado.
Por su parte el gobernador  Salvador Jara Guerrero  calificó de “Muy bueno”, el desempeño Castillo Cervantes. Que ganas de no querer ver la realidad y seguir apostándole a la simulación. Mientras los michoacanos continúan secuestrados por la clase política. 

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