Julio C. Gambina
ALAI AMLATINA.-
La información actualizada que ofrece el FMI es un llamado de alerta sobre la evolución de la Economía Mundial.
El
resultado del plebiscito británico para salir de la Unión Europea, el
BREXIT, le agregó “incertidumbre” a la economía mundial, dice el FMI en
la revisión a la baja de las proyecciones de evolución
económica del sistema mundial.[1]
Destaca
el informe que el principal impacto estará en Gran Bretaña y Europa
pero también en las principales potencias del capitalismo mundial y como
novedad, en los llamados países “emergentes”.
Estos
países “emergentes”, durante un buen tiempo luego de estallada la
crisis mundial capitalista en 2007/08 fueron receptores de los flujos
internacionales de capital y por lo tanto aparecían
“por afuera de la crisis”. El espejismo del crecimiento económico en
estos países inducía opiniones erróneas sobre la territorialidad de la
crisis.
Los
nuevos datos derivados de la caída de los precios de las commodities,
entre otras cuestiones, morigeran el crecimiento y en algunos casos se
procesa la recesión (Brasil caerá 3,3% este año),
contribuyendo al deterioro de los indicadores económicos regionales y
globales.
Respecto
de América Latina se asume una leve mejoría en el marco de una tónica
de escepticismo sobre el futuro inmediato, con una opinión satisfactoria
sobre el restablecimiento de una lógica
pro mercado y liberalización, especialmente derivada de la situación en
Argentina.
“En
Argentina, la transición a un marco de política macroeconómica más
coherente y creíble sigue avanzando, y debería afianzar las perspectivas
de crecimiento a mediano plazo, aunque el impacto
adverso en la actividad a corto plazo ha sido mayor de lo previsto. El
ajuste de los precios relativos en el primer semestre de 2016 —tras la
depreciación del tipo de cambio y el alza de las tarifas de los
servicios públicos— ha acelerado la inflación y perjudicado
el consumo privado. Ahora la actividad económica probablemente empezará
a recuperarse hacia finales de 2016, a medida que la inflación se
modere gradualmente, que se estimule el gasto y que se reduzcan las
tasas de interés. Se prevé que la orientación más
acomodaticia de las políticas monetaria y fiscal promueva el
crecimiento en 2017, pero que complique el cumplimiento de las metas
fiscales y de inflación anunciadas este año”.[2]
La
Revista The Economist destaca el programa pro mercado del gobierno
Macri, al tiempo que llama la atención sobre la recesión, coincidiendo
con la proyección del FMI de una caída del 1,5% del
PBI de Argentina para este 2016. El punto de partida de la evaluación
ponderada es la modificación cambiaria, la eliminación de las
restricciones a la compra venta de divisas, el acuerdo con los
acreedores externos y la eliminación o reducción de las retenciones.
Son esos los puntos de coincidencia de la Revista británica y el
organismo internacional. Ambos llaman la atención sobre la inflación
inducida bajo la nueva política económica y especialmente el conflicto
social a ello vinculado.
El
lenguaje de los analistas remite a formulaciones técnicas, pero la
realidad de la protesta interviene en la consideración de la realidad
económica y política de la Argentina.
La
preocupación de las clases dominantes se asienta en el paro nacional de
fines de abril y su probable recreación en el corto plazo; más aún con
el clima social contra el tarifazo y el ajuste
en general, que involucra a sectores medios.
Desde
el poder son conscientes que el conflicto ahuyenta inversores externos
que buscan “seguridad jurídica” en sus inversiones, con retornos
asegurados en tiempos de incertidumbre mundial.
Resuena
el interrogante entre empresarios e inversores locales y externos sobre
la posibilidad del oficialismo para contener el conflicto y disciplinar
a la sociedad. El protocolo de seguridad
no funcionó, mucho menos si la protesta es masiva, por lo que se
ensayan otras formas para la represión o el control del conflicto,
especialmente con el chantaje económico exacerbado ante las
restricciones de un ingreso popular disminuido.
El
gobierno acelera la reinstalación de la Argentina en la liberalización
de la economía mundial, precisamente cuando la globalización capitalista
está cuestionada, no solo por el voto británico.
El problema político es la acumulación por derecha de esta crítica,
expresión manifestada por Donald Trump en EEUU, lo que exige construir
una perspectiva crítica desde los pueblos para la emancipación.
Notas
[1]
http://www.imf.org/es/News/ Articles/2016/07/18/18/11/ NA07192016-IMF-Cuts-Global- Growth-Forecasts-on-Brexit- Warns-of-Risks-to-Outlook (visto el 22/07/16)
[2]
http://blog-dialogoafondo.org/ ?p=6677 Nota de Alejandro Werner sobre las perspectivas de América Latina, del 20/07/2016. (visto el 22/07/16)
--
Julio C. Gambina
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
Ciudad de Buenos Aires.
www.juliogambina.blogspot.com
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
Ciudad de Buenos Aires.
www.juliogambina.blogspot.com
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